Este proyecto nace como un ejercicio de exploración gráfica y emocional a partir del universo poético y salvaje de Deltoya, uno de los discos más icónicos de Extremoduro. El objetivo era reinterpretar visualmente su esencia a través de una propuesta tipográfica cruda, visceral y profundamente artesanal.

El diseño fue realizado en blanco y negro, prescindiendo de elementos superfluos y apostando por una estética directa, sincera y sin filtros, como la propia música del grupo. Para ello utilicé herramientas analógicas: una máquina de escribir Hispano Olivetti Studio 46, una pluma estilográfica de bambú y tinta china. Cada carácter, mancha y trazo fue creado manualmente, buscando imperfecciones que hablasen por sí solas.

La composición tipográfica construye un ritmo visual que acompaña la fuerza lírica del álbum, mezclando caos y orden, grito y susurro. El resultado es un diseño para carátula de CD y vinilo que funciona casi como una pieza poética en sí misma: áspera, honesta, libre.

Este trabajo es tanto un homenaje como una reinterpretación gráfica de un disco que marcó a toda una generación, conectando el diseño con la música desde lo más visceral.

Trabajos destacados