Proyecto de rebranding para el Museu de l’Art Prohibit de Barcelona. El encargo consistía en redefinir la identidad visual de un espacio único que acoge obras censuradas, rechazadas o consideradas provocadoras, con el objetivo de dotarlo de una imagen potente, contemporánea y coherente con su carácter transgresor.

La nueva identidad parte del concepto de censura y confrontación, utilizando recursos gráficos que evocan tensión, silenciamiento y resistencia. El logotipo se construye a partir de una tipografía de impacto y una composición que juega con la ocultación y la visibilidad, reforzando la idea del arte como herramienta de cuestionamiento.

El sistema visual se despliega en múltiples aplicaciones como cartelería, señalética, entradas, merchandising y material editorial, garantizando una coherencia formal en todos los puntos de contacto con el público. El diseño busca generar una experiencia inmersiva que conecte con la esencia crítica y comprometida del museo.

Este rebranding posiciona al Museu de l’Art Prohibit como una institución cultural con una voz propia, valiente y necesaria en el contexto artístico actual.